En una operación sin precedentes denominada Operación Fuerza de un León, Israel lanzó en la madrugada del viernes el mayor ataque de su historia contra el régimen iraní.
La ofensiva militar causó la destrucción total de la infraestructura nuclear del régimen islámico y eliminó a todos los altos mandos militares de ese país, en un golpe mayor a cualquiera de los anteriores.
Durante la madrugada, decenas de aviones de combate F‑35 y F‑16 israelíes sobrevolaron Irán para atacar simultáneamente el complejo de enriquecimiento de uranio en Natanz, fábricas de misiles balísticos y centros de investigación estratégica, en la ofensiva más contundente contra el programa atómico iraní.
El impacto en Natanz fue particularmente devastador. Fuentes israelíes confirmaron que la capacidad de enriquecimiento nuclear quedó completamente eliminada, interrumpiendo cualquier posibilidad inmediata de fabricación de armas atómicas.
Destrucción de la cúpula militar iraní
Además de los objetivos nucleares, el ataque fue destinado al alto mando militar. Medios estatales iraníes, respaldados por análisis militares, reportan la muerte de los principales líderes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC).
Entre los abatidos, se encuentran el jefe del Estado Mayor Mohammad Bagheri, su comandante en jefe Hossein Salami, científicos nucleares como Fereydoon Abbasi y Mohammad Mehdi Tehranchi, junto con otros altos mandos.
Según fuentes de Mossad y el IDF, también se realizaron misiones encubiertas para destruir parte de la infraestructura defensiva iraní.
Estado de emergencia y posibles represalias
En Israel se declaró el nivel máximo de alerta, con sirenas, cierre del espacio aéreo y advertencias a la población para permanecer cerca de refugios antiáéreos. En conferencia de prensa, el Ministro de Defensa israelí, Israel Katz, anunció: “Un ataque con misiles y drones es inminente; debemos estar preparados”.
El primer ministro Benjamin Netanyahu respaldó públicamente la acción, enfatizando que se trató de una operación necesaria para evitar una amenaza nuclear. En un mensaje grabado, reiteró que Israel está defendiendo al “mundo libre” del terrorismo y barbarie exportados desde Irán, y anticipó que esta acción será recordada como una batalla de la luz contra la oscuridad.
El impacto de estos ataques, centrados en la eliminación casi total de la dirección militar iraní, representa una escala inédita en el conflicto Israel‑Irán. Ahora, el mundo observa con atención la respuesta de Teherán, que según sus líderes, ya está en preparación y puede manifestarse con misiles, drones o atentados terroristas.