El clima para la presentación del presidente Javier Milei ante el Congreso el 1 de marzo es el más tenso que se recuerde en mucho tiempo porque en la oposición ya adelantan varias ausencias que mostrarían un recinto semi lleno, mientras que el Gobierno busca aprovechar el acto para presionar con la jura de Ariel Lijo en la Corte Suprema, que postergó la revisión de su caso para la próxima semana.
Tras el decreto que emitió Milei el pasado miércoles para designar a Lijo y al académico Manuel García Mansilla “en comisión”, es decir sin el acuerdo correspondiente del Senado, el máximo tribunal apuró este jueves la jura del segundo. El acto fue tan sorpresivo que el nuevo integrante de la Corte ni siquiera estuvo acompañado por su familia.
En cambio, la jura de Lijo quedó en “stand by”. La Corte debe resolver si le acepta el pedido de licencia que presentó como juez de primera instancia o si le exige renunciar para asumir en el máximo tribunal. Entre los juristas hay opiniones divididas al respecto. Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, jueces del máximo tribunal, dejaron la definición para el 6 de marzo.
El Gobierno se proponía, como había anticipado iProfesional, que los dos nominados por Milei participaran de la Asamblea Legislativa del 1 de marzo ya como miembros oficiales de la Corte Suprema “de una forma o de otra”. Como lo logró a medias, decidió no aflojar la presión y mantener en pie la invitación a Lijo, con la idea de que se se siente en el mismo palco que se reserva para los jueces del máximo tribunal en esta la ceremonia.
La puja entre Javier Milei y la Corte se mete en su visita al Congreso
La razón que esgrimen en la Casa Rosada es que la demora en la jura de Lijo es apenas una cuestión de formalismos judiciales y que tanto él como García Mansilla ya son miembros de la Corte por efecto del decreto de Milei. “La Corte no puede hacer otra cosa que tomarle juramento. No pueden negarse”, insisten en el entorno del Presidente, según supo este medio de fuentes gubernamentales.
El Gobierno confía en que Lijo asumirá. En las últimas horas hubo gestiones ante la Corte para acelerar el trámite. La apresurada jura de García Mansilla fue una muestra de ello. Para más, la decisión que tomará el tribunal el 6 de marzo ya no dependerá solo de Rosatti, Rosenkrantz y Lorenzetti, sino también del académico nominado por Milei y recién asumido.
Resta ver ahora si Lijo aceptará la invitación y sentarse entre los miembros de la Corte a pesar de que, en los hechos, todavía no juró como tal. De todas formas, ese palco -generalmente ubicado a la derecha del estrado de la presidencia de la Cámara y del atril desde donde hablará Milei- será uno de los lugares más mirados durante la Asamblea Legislativa del 1 de marzo.
Esto será así por el rechazo transversal al decreto de Milei entre los distintos bloques de la oposición, incluidos los más dialoguistas, y en particular por las numerosas resistencias que enfrenta la figura de Lijo. La tensión por este tema se suma a la que genera la decisión de varios diputados de no asistir a la Asamblea y dejar el recinto de la Cámara de Diputados semi vacío durante le discurso presidencial, a la que también se plegarían varios gobernadores.
¿Un Congreso semivacío?: los legisladores y gobernadores que no irían
Los primeros en anunciar el “faltazo” fueron los senadores del bloque Unión por la Patria. Su presidente, José Mayans, informó que decidieron “por unanimidad no asistir” a la Asamblea Legislativa y, según fuentes parlamentarias consultadas por iProfesional, una parte importante de la bancada de diputados del mismo espacio haría lo mismo.
Pero con el correr de las horas se sumaron otros, como los diputados radicales de Democracia para Siempre que decidieron enviar una representación mínima: de los 12 que son, irán solamente Pablo Juliano, presidente de la bancada, y Marcela Coli, su vice.
Otro que anunció que no irá es el senador Martín Lousteau. “No voy a avalar con mi presencia las cosas que acaba de hacer el Presidente. Ya fui dos veces y lo que hacen es montar un mecanismo de barras en los balcones, de no dejar que entre el periodismo, de agresión permanente y de utilización de las cámaras como les plazca, eso ya lo hacía el kirchnerismo y lo viví varias veces”, señaló.
A pesar de que Lousteau es el presidente de la UCR, tanto los diputados como los senadores de ese partido sí tienen previsto asistir aunque, según adelantaron las fuentes consultadas, igualmente tendrán alguna ausencias. Algo similar ocurre en la bancada Encuentro Federal que preside Miguel Pichetto, donde solo la mitad de sus integrantes dirá presente.
Pero además, tampoco asistirían los gobernadores del peronismo más duro, como el bonaerense Axel Kicillof, el formoseño Gildo Insfrán y el riojano Ricardo Quintela. Otros como el rionegrino Alberto Weretilneck, el santacruceño Claudio Vidal y el neuquino Rolando Figueroa también podrían faltar, con argumentos institucionales: muchos tienen que abrir sesiones ordinarias en las Legislaturas de sus provincias. La lista de ausentes, según supo iProfesional, podría ampliarse.
Además, por estoas horas hay expectativa en torno a la posible ausencia del titular del PRO, Mauricio Macri, en el lugar que habitualmente se asigna para los ex presidentes, debido a la tensión que existe entre el líder del partido amarillo y el entorno de Milei.
Conflicto con la prensa parlamentaria y reacciones de diputados y senadores
En ese clima, además, senadores y diputados de la UCR, el PRO, la Coalición Cívica, Unión por la Patria expresaron un repudio casi unánime a la decisión del equipo de Milei de remover a la prensa acreditada en el Congreso del palco que históricamente está reservado para esa tarea y le reclamaron a Victoria Villarruel y a Martín Menem, presidentes de ambas Cámaras, que se desactive esta medida.
Tras ser notificados por las autoridades del Congreso al respecto, el Círculo de Periodistas Parlamentarios advirtió que “se trata de una decisión inconsulta, sin antecedentes en más de un siglo de tarea periodística en el Parlamento y sin una explicación de las causas por las que se pone esta traba innecesaria”.
Legisladores de todos los espacios se sumaron al rechazo. El bloque de senadores de la UCR señaló que este tipo de restricciones “atentan directamente contra el derecho a la libertad de expresión y de prensa y vulneran principios fundamentales consagrados en la Constitución”.
Por su parte, los senadores del PRO indicaron que la medida afecta principios como “la transparencia en la gestión pública y la libertad de prensa, esenciales para garantizar el derecho ciudadano a estar informado”. En tanto, diputados de Unión por la Patria y la UCR, entre otros, impulsan proyectos de resolución para establecer que ese palco sea destinado “en su totalidad” a los trabjadores de prensa acreditados en el Congreso.
Presiones cruzadas sobre Ariel Lijo y una Asamblea Legislativa afectada por el decreto de Javier Milei
De esta forma, la visita de Milei al Congreso para dejar inaugurado el nuevo período de sesiones ordinarias se dará en un clima de máxima tensión entre el Gobierno y la oposición, que se vio agravado por la disputa en torno a la Corte Suprema.
Por un lado, la asunción de García Mansilla por decreto generó críticas incluso de quienes no se oponían a su nominación, como es el caso de la diputada de la Coalición Cívica Marcela Campagnoli, quien indicó: “Lo respeto mucho, lamento mucho que no haya conseguido apoyo su pliego en el Senado, pero más lamento se haya prestado a acceder a la Corte de esta manera”.
En tanto, el bloque Democracia para Siempre había elevado un pedido a los jueces de la Corte Suprema para que no le tomaran juramento a ninguno de los dos nominados pero no fue tenido en cuenta. Ahora todas las miradas apuntan a Lijo, cuya figura es objetada por legisladores de todos los espacios políticos, incluido el PRO.
La ventana de tiempo que abrió la Corte Suprema para resolver su caso le da a ese sector de la oposición la oportunidad de presionar para bloquear su jura. El tema está en el Senado, donde el pliego del polémico juez federal ya tiene dictamen para ir al recinto y todavía existe el riesgo de que sea rechazado.
Esto podría ocurrir si los senadores de Unión por la Patria cumplen su advertencia de rechazar la nominación de “cualquiera que acepte ser nombrado en comisión”, es decir, por decreto, en la Corte, y si a sus 34 votos se sumaran los de otros legisladores que se oponen como los radicales Pablo Blanco, Carolina Losada, los del PRO Alfredo de Angeli y Luis Juez y el ex libertario Francisco Paoltroni.
El caso de García Mansilla es más complejo porque su pliego ni siquiera tuvo dictamen de la Comisión de Acuerdos y, para tratarlo en el recinto, se necesitaría primero una mayoría de dos tercios que habilite la votación, algo difícil de conseguir dado que su candidatura no presenta tantas objeciones como la de Lijo.
En cualquier caso, la jura de Manuel García Mansilla en la Corte Suprema y la presión de Javier Milei para que el tribunal también acepte la llegada del polémico Ariel Lijo calentaron un poco más el clima en el Congreso para la Asamblea Legislativa del 1 de marzo, que se llevará a cabo en medio de una tensión creciente entre los tres poderes del Estado.