El sindicato de la pesca está realizando una huelga salvaje que lleva más de 75 días y provoca pérdidas millonarias.
El conflicto laboral en la industria pesquera, que lleva más de 70 días en 2025, tiene como eje central las demandas del Sindicato Único Nacional de Trabajadores del Mar y Afines (Suntma) por mejores condiciones laborales, específicamente la incorporación de un tripulante adicional en los barcos costeros para garantizar el descanso de las tripulaciones.
Es una huelga salvaje que está perjudicando a los propios asalariados del sector.
Este reclamo ha generado una paralización casi total de la flota pesquera, afectando a 39 embarcaciones (28 costeras y 11 de altura), y causando pérdidas estimadas en unos 42 millones de dólares.
El Suntma exige un marinero adicional en los barcos costeros para cubrir guardias y respetar el derecho al descanso, argumentando que los trabajadores realizan tareas excesivas en condiciones precarias.
Las cámaras empresariales (CIPU y CAPU) consideran que esta exigencia viola el convenio colectivo de trabajo vigente hasta 2027.
Argumentan que los barcos no tienen camarotes para más tripulantes.
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Además, la huelga salvaje afecta la competitividad del sector frente a flotas extranjeras.
Pérdidas millonarias
La paralización ha generado pérdidas de hasta 42 millones de dólares, incluyendo un contrato de 3.000 toneladas de pescado desviado a Argentina, valorado en 5 millones de dólares.
Las plantas trabajan al 10-30% de su capacidad, dependiendo de pescado congelado o importado de Brasil, lo que ha llevado a cientos de trabajadores al seguro de paro.
Las embarcaciones extranjeras operan en aguas uruguayas sin cumplir normativas locales, lo que agrava la crisis del sector.
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Ultra radicales dominan el sindicato
El Suntma está dominado por sectores de la izquierda que están arruinando el sector los sindicalistas pertenecen básicamente al Partido Comunista, al Partido sociatlista y al MPP.
Con esta huelga salvaje de más de 70 días están perjudicando a familias obreras que tienen dificultades económicas.
Es una huelga despiadada que le está costando carísimo al sector pesquero uruguayo, y que podría llevarlo al derrumbe total.
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El ministro del Partido Comunista Juan Castillo está haciendo una pésima gestión, lejos de resolver el conflicto le está echando nafta al fuego con declaraciones totalmente desubicadas que no contribuyen en nada.
A esto se suman el conflicto en la empresa Copsa, y en el sector lácteo. Un panorama tétrico a nivel laboral.
