A partir del 7 de agosto regirán los nuevos aranceles de Estados Unidos para más de 70 países. En el caso de Argentina no hubo revisión de los originalmente aplicados el “Día de la liberación” y quedaron en 10 por ciento para las ventas locales. El Gobierno nacional intentó negociar la reducción de la alícuota con la administración de Trump pero con poco éxito. Acero y aluminio quedaron con un 50 por ciento y preocupa la situación de Aluar -que destina el 40 por ciento de producción a ese país- y del Grupo Techint.
La Casa Blanca confirmó este jueves el comienzo de su plan de aranceles adicionales para los socios comerciales que no había especificado, entre ellos se encuentran varios asiáticos, de oriente, India, Japón y la Unión Europea. Los gravámenes recíprocos irán desde 10 a 40 por ciento y comenzarán a aplicarse dentro de una semana. En el caso de Argentina se mantendrá el arancel del 10 por ciento: antes el promedio era de 3 por ciento, por lo tanto la traba al ingreso de los productos nacionales en un momento crítico para el sector productivo, complica más la situación de empresas y trabajadores.
El comercio bilateral con Estados Unidos arrojó un saldo superavitario para Argentina de 229 millones de dólares en 2024, y de allí la aplicación de aranceles adicionales porque la intención del mandatario estadounidense es reducir los déficit persistentes. Las exportaciones hacia el país del norte incluyen: petróleo, oro para uso no monetario, porotos y aceite de soja, combustible para aeronaves, carne bovina, vehículos, vinos, aluminio y camarones. En tanto, las importaciones se componen de gasoil, fármacos, GNL, vehículos, fertilizantes, alúmina calcinada y motores, entre otras.
Más de 70 países se verán afectados por esta política que presentó Trump durante el “Día de la liberación”. En el caso de Argentina se mantuvieron los aranceles en un 10 por ciento, pero en un conjunto de países las tasas se bajaron desde niveles mucho más altos a alícuotas entre un 15 y 40 por ciento. Además de los gravámenes implementados para achicar el déficit, el Gobierno de EE.UU endureció los controles para evitar el ingreso indirecto de productos mediante terceros países –con impuestos más bajos-. Se prevé un arancel extra del 40 por ciento para productos que, según el Departamento de Seguridad Nacional o Aduanas, sean “transbordados” a partir de triangulaciones con terceros.
Acero y el aluminio
Desde el 12 de marzo, las importaciones de acero (incluidos productos derivados) y aluminio (y sus derivados) provenientes desde Argentina estaban sujetas a un arancel del 25 por ciento. Pero a comienzos de junio, Trump elevó dichos aranceles de 25 a 50 por ciento para todos los países, salvo el Reino Unido, que mantuvo 25 por ciento mientras negociaba un acuerdo especial. El gobierno de Milei no consiguió excepciones para el caso argentino pese a involucrar de lleno a la producción de una empresa de peso como es Aluar (que exporta aproximadamente el 40 por ciento de su producción al país del norte).
En el caso del acero, Ternium y Tenaris, del Grupo Techint, son las empresas más afectadas. Trump golpea también a las empresas del grupo instaladas en México y Canadá. En el caso de Canadá, el presidente norteamericano elevó los aranceles de 25 a 35 por ciento con el argumento de que no frenaron “la actual inundación de fentanilo y otras drogas ilícitas”. Con México el monto seguirá igual mientras mantiene abierta una negociación con plazo de 90 días. Algo que no pudo lograr el gobierno argentino.
Europa, India y China están entre los principales afectados por el esquema de Trump. Alemania, Italia y Francia no consiguieron excepciones y pagarán el arancel del 50 por ciento para las exportaciones de acero y aluminio, a diferencia del Reino Unido que quedó con 25 por ciento. En el caso de India, Trump eliminó su estatus especial de “nación en desarrollo” restableciendo aranceles completos sobre múltiples categorías. China, el mayor exportador global de bienes manufacturados a Estados Unidos, ahora tendrá que pagar hasta el 60 por ciento en impuesto para poder ingresar sus productos tecnológicos, electrónicos, maquinaria y metales.