Emilia Attias viajó con Gina a París y compartió cada detalle del paseo con sus seguidores. Estuvieron solas durante 24 horas y disfrutaron del verano europeo mientras en Argentina transcurrían las vacaciones de invierno. “Solo ella y yo”, escribió la actriz en sus redes junto a una galería de fotos que capturaron la complicidad entre madre e hija. El viaje marcó uno de sus primeros movimientos públicos tras la separación del Turco Naim.
Aprovecharon el tiempo al máximo. Recorrieron la ciudad a pie, se subieron al metro y también a la famosa noria del Jardín de las Tullerías, desde donde vieron la Torre Eiffel, el barrio de Montparnasse y hasta la Basílica del Sagrado Corazón. Emilia eligió looks cómodos en tonos neutros y Gina llevó botas claras y minifalda. Se mostraron relajadas, sonrientes y unidas en cada postal.
Entre paradas espontáneas, almorzaron en un típico restaurante parisino. Gina pidió sopa de cebolla y no entendió lo que tenía arriba. “¿Mejor mezclarlo, no?”, preguntó al descubrir que la capa que la desconcertó era queso derretido. Emilia explicó la receta con paciencia. También tomaron café, caminaron por librerías y se detuvieron frente a vidrieras llenas de libros de moda, arte y fotografía.
Durante la noche, visitaron nuevamente la Torre Eiffel. Esta vez, iluminada por completo. Gina quedó fascinada con las luces titilando y se sacó varias fotos con su mamá. “Fue un momento inolvidable”, dijo Emilia. Las imágenes las mostraron abrazadas y divertidas, lejos de todo conflicto, disfrutando el instante sin mirar el reloj.
La actriz compartió la experiencia después de pasar unos días en Barcelona. París fue una parada especial antes de regresar, una ciudad que visitó muchas veces pero que vivió de forma distinta al recorrerla con su hija. Esta escapada madre e hija no pasó desapercibida en redes ni en los medios. El viaje generó comentarios por la calidez de las imágenes y la energía positiva que transmitieron.
Tras separarse del Turco Naim en mayo, Emilia se enfocó en su trabajo y en su rol de madre. No habló públicamente sobre el vínculo con su ex, pero este viaje dejó en claro dónde puso su prioridad. Gina fue el centro de todo. Entre selfies, paseos y charlas, la experiencia parisina se convirtió en una especie de refugio emocional que madre e hija transformaron en una aventura de a dos.