Mientras el Congreso discute la reforma del sistema de coparticipación federal, un proyecto impulsado por consenso de los gobernadores propone modificar el reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), fondos que hoy se asignan de forma discrecional por el gobierno nacional para asistir financieramente a las provincias.
De acuerdo al último informe del IERAL de la Fundación Mediterránea, el NEA se vería beneficiado con el cambio. Según estimaciones, Formosa, Chaco y Corrientes mejorarían sensiblemente sus ingresos frente a lo que reciben actualmente por la distribución discrecional. El caso de Misiones es más moderado: recibiría un extra, pero marginal respecto a otras provincias.
El informe revela que desde 2017 hasta junio de 2025, la Nación transfirió en promedio apenas el 26% de los recursos recaudados en el fondo ATN, apropiándose del resto. El esquema actual permite que el gobierno central decida cuánto y a quién girar, lo que genera inequidades y utilización política de los recursos.
Cuánto ganarían las provincias del NEA
Si se aplicara el esquema automático propuesto, que replica los criterios de distribución de la coparticipación federal, Formosa pasaría de no haber recibido nada en los últimos tres semestres a embolsar unos $11.737 millones en el segundo semestre de 2025.
Chaco también se vería beneficiado: de $909 millones promedio pasaría a $16.122 millones, una diferencia de más de 15 mil millones. Corrientes, que venía recibiendo poco más de $643 millones, percibiría ahora $12.014 millones, mientras que Misiones, que ya tenía un promedio de $9.448 millones, recibiría $10.676 millones, un incremento más acotado de $1.228 millones.
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Según el IERAL, los aumentos en el NEA representarían entre el 0,4% y el 1% de lo que estas provincias recibirán por coparticipación en el segundo semestre.
De la discrecionalidad a la transparencia
El régimen actual del fondo ATN no solo es discrecional sino también opaco. La Nación, al retener la mayor parte de los fondos, mejora artificialmente su resultado fiscal, ya que esos recursos no ejecutados engrosan el superávit o reducen el déficit. Con la automatización, el gobierno nacional dejaría de manejar esos recursos a voluntad: el 58,8% del fondo iría directamente a las provincias y el 41,2% quedaría para la Nación, aunque hoy retiene casi el 90%.
El IERAL advierte que el costo fiscal para el Tesoro nacional sería de apenas el 0,05% del PBI, monto perfectamente absorbible en un contexto de superávit financiero proyectado en el 0,4% del PBI para este año.
Condiciones para el desarrollo
La iniciativa también impulsa que las provincias beneficiadas destinen esos fondos adicionales a reformas estructurales que mejoren la competitividad. El informe sugiere utilizar parte de los ATN para reducir impuestos distorsivos como el de Sellos o para implementar el sistema de peritos médicos forenses previsto en la ley de ART, que podría bajar la litigiosidad laboral.
El cambio en la distribución de los ATN busca no sólo oxigenar las arcas provinciales sino también fortalecer el equilibrio fiscal en todos los niveles, promoviendo condiciones para el desarrollo sostenible.