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“La Justicia es cruel”: el dolor de una madre al enterarse que el asesino de su hija está libre

El video llegó por redes sociales. Alguien vio al veterinario Mariano Alejandro Benetto (36) en un partido de fútbol en Córdoba, lo filmó, buscó a Andrea Valverde (48), la mamá de Nuria Couto (18), y se lo mostró.

Bonetto fue captado en Laborde, una localidad a 150 kilómetros de Río Cuarto, y lo grabaron parado junto al campo de juego. Campera azul, el pelo corto y las manos en la espalda. Habla con una mujer pero no hace nada, se lo ve quieto y sin gesto: si no fuera porque ese hombre mató a puñaladas a dos chicas en una plaza “porque sí”, su presencia allí no diría nada.

Fue hace casi un mes que las imágenes llegaron a la casilla de mensajes de la mamá de Nuria, pero ayer Anna Rodionova (51), la madre de Natalia Grenbenshicova (15), la otra víctima, se enteró de algo que -hace tiempo- estaba segura iba a pasar. Bonetto, el asesino de su hija, ya no estaba internado y estaba libre en su ciudad.

El 11 de octubre de 2016 Nuria estaba con un amigo en el Parque Irala, a pocas cuadras de La Bombonera, en La Boca. Bonetto se acercó a charlar con ella y sacó una navaja que tenía escondida en una pierna: contaron 17 puñaladas en el cuerpo y todos los testigos coincidieron en que el ataque empezó “de la nada”.

Nuria recibió 17 puñaladas y Natalia 5 durante el ataque cometido por Mariano Bonetto (36).

Martín, el amigo que tocaba la guitarra junto a Nuria, intentó detenerlo y pidió ayuda a los gritos. “Para vos también hay”, le dijo Bonetto. El joven, que también resultó herido, logró escapar del ataque. Pero Natalia, quien también pasaba por allí, no.

Atacada por la espalda

Natalia tenía 15 y estaba buscando agua para el mate cuando Bonetto la vio y pensó que escapaba de él. La atacó por la espalda: recibió cinco puñaladas. Una persona en situación de calle logró a atrapar al atacante y lo apuñaló con su propio cuchillo.

Bonetto estaba tranquilo a pesar de tener un cuchillo clavado en la cabeza. Luego de unos días internado se recuperó y fue trasladado al Hospital Penitenciario Central (HPC) del penal de Ezeiza, bajo el Programa Interministerial de Salud Mental Argentino (PR.I.S.M.A.).

Por otro lado, cuando Nuria llegó al Hospital Argerich había perdido demasiada sangre. El 5 de noviembre murió y 19 días después falleció Natalia.

Bonetto fue trasladado a un hospital con su propio cuchillo clavado en la cabeza.

“Acá tengo los retratos de Naty, que hicieron los chicos de la escuela. No pasa ni un día en el que no piense en ella. Es cruel lo que hace la justicia. Yo lo vivo como mi deber. Hace nueve años, cuando pasó esto, sentí que mi vida se terminaba en ese momento”, le dice a Clarín Anna Rodionova.

“Buscar justicia lo siento como mi deber, tengo mis chicos, tengo obligaciones ante ellos, no puedo caerme muerta acá, porque tengo que levantarme por ellos, estar en su vida como mamá y no como un ser llorando y quejándose”, intenta explicar el dolor.

Anna tuvo cuatro hijos, Natalia y su hermano mayor migraron junto a ella desde Rusia cuando tenían 5 y 13 años. Luego formó una nueva familia y tuvo otros dos hijos que ahora tienen 18 y 13 años.

¿Por qué Bonetto está libre?

Una plaza llena vio a Bonetto asesinar a Nuria y a Natalia. La Policía lo encontró con su propio cuchillo clavado en la cabeza. En una carta que envió al Juzgado Criminal de Instrucción N°38, escribió: “No fui inducido por ningún demonio a ejecutar mi plan de asesinar, lo hice porque era mi voluntad más profunda en ese momento, nada puede hacerse sin el consentimiento de uno mismo”.

Pedía, en esa carta, salir de PR.I.S.M.A. e ingresar a una unidad penitenciaria común, un beneficio al que no pudo acceder.

El Juzgado Criminal de Instrucción N°38 sobreseyó a Bonetto al considerarlo inimputable pero, ante la apelación de las familias y de la Fiscalía de Distrito de La Boca, a cargo de Susana Calleja, la Cámara de Apelaciones declaró prematura la inimputabilidad y en 2018 lo llevó a juicio.

“El juicio duró varios meses y ahí salió la perpetua. No digamos que es Justicia porque el hecho en sí fue injusto. Pero al menos habíamos conseguido la condena después de mucho pelear”, recuerda Anna sobre aquel proceso.

En 2022 tras una apelación de la defensa la Cámara de Casación revocó el fallo y decidió considerarlo inimputable: la noticia fue un balde de agua fría para las dos familias que creían haber conseguido justicia.

Bonetto pasó seis años en PR.I.S.M.A. pero con la decisión de la Cámara fue trasladado al Hospital Borda.

“Hubo un montón de testigos, hicieron pericias psiquiátricas, el tribunal tomó en cuenta todo eso que escuchó durante cuatro meses. Decidieron perpetua. Después Casación ni revisó el caso, no hizo referencia ni a los testigos ni a la pericias, no tuvieron en cuenta nada de todo lo que se presentó en el juicio”, se indigna Anna.

Y especula: “¿Por qué lo decidieron? Mi respuesta obvia es que por incompetencia no puede ser, entonces debe ser por dinero o por alguna extorsión del poderoso padre, no lo sé, no lo entiendo“.

Bonetto estuvo en el Borda hasta el 27 de diciembre pasado, cuando, sin notificar a las familias y en una fecha que no les permitió oponerse, lo trasladaron a San Francisco, Córdoba.

Nos oponíamos al traslado, siempre lo revocamos hasta que no pudimos más. Cuando pedían el traslado a alguna institución de Córdoba, siempre eran instituciones privadas que no tenían internación. Entonces les mandábamos cartas documento explicando el caso y se ve que los mismas clínicas lo rechazaban. Hasta que encontraron y lo trasladaron después de Navidad. No llegamos a hacer nada”, recuerda Anna.

Marcha en reclamo de justicia para las dos chicas apuñaladas. Foto: Gerardo dell´Oro.

Fue el Juzgado Civil N° 25 el que quedó a cargo de la tutela de Bonetto y autorizó el traslado e internación a la Clínica Privada de Psiquiatría S.A. de San Francisco.

De esta manera, y luego de obtener el alta médica, Bonetto quedó en libertad y la familia no ha recibido información respecto del control que realizan sobre su tratamiento ni si continúa realizándolo.

La decisión judicial no está firme, la familia de Natalia apeló el fallo de Casación y la Corte Suprema de Justicia de la Nación no decidió sobre el recurso de queja presentado.

“Con el fallo de la Cámara lo apartan del sistema de ejecución penal y pasa al civil. Por la Ley Nacional de Salud Mental vigente tiene control del Estado, de médicos, hay un tutor que ve como está el progreso de su estado de salud, pero ya no decide más el tribunal de ejecución, no hay justicia penal”, explicó a Clarín la abogada de la familia de Natalia, Liliana Borysiuk.

En el Borda, Bonetto tenía una custodia policial que garantizaba que no fuera peligroso para terceros ni para sí mismo. “Está bajo la justicia civil. Nuestros peritos se expedían diciendo que era una persona peligrosa, decía que ‘le surgen las ganas de matar como si fueran unas llamas’, esa pericia nosotros la enviamos a Córdoba, yo le diría a la gente de Laborde que se cuide”, advirtió Borysiuk.

Ahora la expectativa está puesta en la Corte. “Estábamos seguros de que cuando lo trasladaran a Córdoba iba a pasar esto, por eso nos oponíamos. Era cuestión de tiempo, iba a pasar, pero no esperábamos que tan pero tan rápido. No se dignaron ni a fingir que están haciendo tratamiento. Ahora todo depende de la Corte”, cerró Anna.

AA

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