Dylan Uriel Santiago tiene 20 años y un frondoso prontuario que incluye el crimen de un policía, a quien mató para robarle el auto cuando el oficial estaba con su esposa y sus tres hijos menores de edad. Esta vez fue acusado de liderar una banda de ladrones desde la cárcel.
“Lo voy a recibir yo, ¿qué va a comprar?”, pregunta un hombre. Del otro lado del teléfono le responden “Una Play 5, va con seis gambas”. Esta era una de las comunicaciones que mantenían miembros de una organización de ladrones “de alta peligrosidad” que tenía una particularidad: su líder estaba preso y monitoreaba los robos minuto a minuto desde el penal.
Las víctimas eran engañadas a través de la aplicación de compra y venta Marketplace. Usaban de anzuelo productos a un precio menor a la media del mercado. Una vez pactada la venta, citaban a las personas en las inmediaciones de la Villa 15 de Ciudad Oculta, en Villa Lugano. El frente de un kiosco era el lugar señalado para cometer los robos.
La banda de ladrones estaba comandada por Dylan, quien se encuentra preso en la Unidad Penal 45 de Melchor Romero, La Plata. Desde allí junto a un cómplice, identificado como Enzo Elías Romero Guanuco (20), armaban perfiles falsos de Facebook para crear publicaciones de venta de artículos.
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Tiene 20 años, está preso por un crimen y organizaba robos desde la cárcel
Dylan cumple una condena de 12 años por robo agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con homicidio agravado criminis causa, dictada por el Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil 1 de La Matanza en 2021. Su compañero fue sentenciado por el delito de robo agravado en poblado y en banda.
Desde la celda que compartían captaban a los compradores y organizaban un encuentro, en las inmediaciones de Ciudad Oculta. El señuelo que utilizaban eran consolas de videojuegos o teléfonos celulares de alta gama a un precio bajo.
La posta la tomaba una persona de confianza de Dylan: su hermana Nahiara Aylen, también de 20 años. La joven estaba a cargo de organizar la estructura para concretar el robo. Eran al menos seis personas las que formaban parte de esta banda, todos con una gran lista de antecedentes penales.
Modus operandi
Todo el mecanismo estaba aceitado para esta organización del mal. Dylan y Enzo creaban en sus teléfonos celulares varias publicaciones con artículos a un precio bajo. Una vez que se contactaban con los compradores (o víctimas), les avisaban a Nahiara, quien empezaba a convocar al equipo.
La cita era en las inmediaciones de la Villa 15. Minutos antes de la hora pactada, Dylan comenzaba a llamar a las víctimas para obtener alguna información que sirviera a la banda para identificarlos.
“Escuchá, está en un (Volkswagen) Vento el chabón, es uno solo”, era una de las comunicaciones de Dylan en la que le pasaba información a la banda, que estaba a metros del punto de encuentro, un kiosco de la zona, donde iba a mostrar que funcionaba la consola. Todo era una pantalla, una mentira.
Una vez que la víctima llegaba al lugar era abordada por los ladrones armados. Hasta el momento fueron detenidos los siguientes acusados: Alan Nicolás Ovide (23); Daniel Fabián Ramos, alias “El Viejo” (54); Hernán “Papucho” Santiago (23), también familiar de Dylan; Ezequiel Alexander Figueredo (19); Alexander Leonel Palavecino, conocido como “Leo” (25); y Aaron Ezequiel Herrera (22).
Todos tienen antecedentes por robos agravados, tenencia de estupefacientes, encubrimiento y lesiones, entre otros delitos.
La caída de la banda de Dylan
La investigación comenzó con la detención de uno de los sospechosos, que tenía estaba con pedido de captura por causas por robo a mano armada, amenazas y lesiones.
El joven fue apresado sobre avenida General Paz. Cuando se analizó el celular que tenía en su poder, la Policía halló evidencia del funcionar de la organización a la que pertenecía, por lo que se inició una investigación.
A través del análisis del teléfono y de las escuchas de los llamados se logró determinar al líder de la banda y el modus operandi. Fue entonces que detectives de la División Delitos Contra la Salud y la Seguridad Personal de la Policía de la Ciudad, por orden de la jueza María Alejandra Provitola, del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°6, y la Secretaría N° 118, de Sebastián Ghersi, se hicieron allanamientos.
A través de la Ley de Técnicas Especiales de Investigación, la cual permite a los jueces nacionales allanar fuera de jurisdicción, se realizaron procedimientos en el penal de Melchor Romero y viviendas en Ciudad Oculta, se logró la detención de siete personas, además de Dylan y Enzo, que ya estaban presos.
En total la Justicia pudo determinar la autoría de al menos 11 hechos similares por parte de esta banda. Todos están acusados de “asociación Ilícita en concurso real con robo a mano armada, lesiones y privación ilegítima de la libertad”.
El “peligroso” Dylan
Varias fuentes de la Justicia y policiales fueron consultadas por Clarín sobre los antecedentes de Dylan. Todos coincidieron en que se trata de un joven delincuente de “alta peligrosidad”, que posee antecedentes desde que era menor de 14 años, es decir, inimputable.
“También tenía procesos por secuestro extorsivo”, dijo una fuente vinculada a la causa.
El crimen por el cual fue condenado Dylan fue el del policía Mauricio Ezequiel Miño (39), asesinado el 9 de marzo de 2020 frente a su esposa y sus tres hijas de 3, 6 y 10 años en ese momento.
Miño y su familia habían visitado unos amigos a su casa de Villa Madero, en La Matanza. Cuando salían fue sorprendido por cuatro ladrones armados, quienes intentaron robarle el auto. El agente, que integraba la Policía Local de La Matanza, intentó sacar su arma pero le dispararon tres veces.
Miño fue trasladado en la caja de una camioneta policial, pero llegó ya sin signos vitales al Hospital General de Agudos Balestrini.
Por el crimen fueron detenidos cuatro sospechosos: un mayor y tres menores, entre ellos Dylan. El mayor de la banda, quien conducía el auto donde llegaron y huyeron, fue identificado como Alejandro Sebastián Dutra, condenado a 36 años de cárcel.
AA – EMJ