Son momentos difíciles para Mauro Icardi, que si bien aparentemente vive un presente de ensueños junto a la China Suárez, hace meses que no tiene un vínculo normal y fluido con sus hijas Francesca e Isabella en medio de su tremenda batalla legal con Wanda Nara.
Ocurrió de todo desde que Icardi blanqueó que está de novio con Sangre Japonesa con unas fotos en sus redes donde se veía a la actriz con sus nenas. De inmediato, las hijas de Wanda manifestaron ante las autoridades judiciales no querer ver a la China y se abroquelaron con la mamá.
Aún sin entender por qué Fran e Isi rechazan a Eugenia Suárez, Icardi está convencido de que todo es obra de Wanda quien, según él, “manipula, guiona y controla” a las chicas. Y en ese sentido, se supo lo que el futbolista repite constantemente sobre su ex pareja, una durísima acusación que cobró un especial tenor luego del Día del Padre.
A pesar de que el juez Adrián Hagopian le permitió celebrar el día con la condición de hacerlo en la confitería del Chateau Libertador, Icardi viajó a Carmelo con la China. Indignado con esta determinación, insistiendo una y otra vez en una idea fija: “Wanda Nara secuestró a mis hijas”.
EL ESCRITO EN PRIMERA PERSONA DE MAURO ICARDI AL JUEZ
En medio de su batalla contra Wanda, Icardi le hizo llegar al juez una carta detallando su calvario y manifestando su desconcierto ante la prohibición de que la China Suárez esté presente en la revinculación con sus hijas.
“Soy un hombre de 32 años que desde mis 19 prioricé mi rol paternal en la vida. Me desgarré de dolor cuando mis hijas me reprocharon llorando que no estaban conmigo en la celebración del campeonato obtenido por el club Galatasaray, donde ellas se criaron en sus últimos años de vida”, leyó Tatiana Shapiro en DDM (América).
“Soy un padre que no tiene restricción ni impedimento alguno para estar con ellas. Soy un padre que llora y se desvive por estar con sus hijas hace siete meses y se me ignora de manera deleznable”, expresó Mauro, devastado y furioso con su ex al apuntar sobre su relación con L-Gante.
“Rogué, imploré, me humillé y respeté la elección de mi ex mujer, quien hoy no respeta la mía con la connivencia de su señoría, olvidándose de todo lo que ella hizo. Vivió y le hizo vivir a mis hijas cuando se sentía enamorada de quien fue su amante durante tres años, durante la vigencia de nuestro matrimonio”.
”La madre de mis hijas no se cansó de mofarse de la Justicia, se hartó de desobedecer órdenes al punto de acumular la friolera suma de 240 millones de pesos en multas por desobediencia, Estoy condenado, estoy castigado, me alejan cruelmente de mis hijas”, finalizó.