Luego del ataque de militantes de La Cámpora contra el edificio del canal TN, la receptoría que el diario Clarín tiene en Ramos Mejía sufrió durante la madrugada pintadas violentas.
Ocurrió en la oficina ubicada en 9 de Julio al 100, a apenas una cuadra de la estación Ramos Mejía del tren Sarmiento, pleno centro de la localidad que pertenece al partido de La Matanza.
Las pintadas fueron tanto en la fachada del local como en la vereda.
Se trata de un nuevo ataque contra el Grupo Clarín, que viene siendo el blanco de la violencia de grupos kirchneristas luego de la decisión de la Corte Suprema de confirmar la condena a prisión de Cristina por corrupción.
En 2009, durante otra embestida del kirchnerismo contra la compañía, en más de 10 receptorías de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano habían aparecido pintadas agraviantes, firmadas entonces por la agrupación JP Descamisados. La de Ramos Mejía había sido uno de ellas.
El martes último, una columna de militantes de La Cámpora que se encontraba en Constitución para dar su apoyo a Cristina frente a su departamento de ese barrio, se dirigió desde allí hacia el edificio de TN y eltrece, ubicado a pocas cuadras.
Unas 70 personas ingresaron de manera violenta a la sede de Artear, en Lima al 1200, a metros del cruce con la avenida San Juan.
Llegaron hasta el primer piso del edificio, en donde rompieron pantallas, televisores y otros equipos. En varios lugares, dejaron pintadas contra el Grupo Clarín.
Horas después, en redes sociales vinculadas a La Cámpora comenzaron a replicar mensajes que también apuntaban contra la compañía.
Algunas pintadas, como la que se encontró en el auto de Jorge Giacobbe -consultor político que estaba invitado a uno de los programas que se emitía mientras ocurría el ataque-, tenía un tono claramente intimidatorio: “No jodan”.
El sector de estacionamiento del canal fue invadido por una banda que arremetió contra la recepción interna. Todas las puertas de vidrio de ese ingreso interno fueron destrozadas. Al parecer, bicicletas de los propios empleados fueron arrojadas para producir los daños.
Varias tomas desde lo alto del edificio permitieron observar cómo la horda de militantes avanzó sobre la entrada del canal, con algunas banderas de La Cámpora. Algunos de los agresores arrojaron piedras, palos y objetos metálicos contra la entrada del canal y contra los autos, entre los cuales al menos diez resultaron dañados.
Este miércoles, detuvieron a uno de los agresores: Alberto Enrique Alejando Grasso Rivaldi, de 34 años, según informaron a Clarín fuentes de Seguridad porteña. Es argentino y vive en Villa Ballester, en el partido de San Martín. El Gobierno confirmó que lo echarán del INTI, organismo al que había ingresado como empleado en 2013, durante la segunda presidencia de Cristina.
Hay otros cuatro identificados. Desde el canal atacado dieron detalles de ellos, individualizados gracias a las cámaras de seguridad de Artear y los alrededores de la empresa.
Uno de ellos, José Lepere, fue funcionario de Alberto Fernández. Había sido designado en diciembre de 2019 como secretario de Interior del Ministerio del Interior que encabezaba Wado de Pedro, con quien comparte origen camporista. Lepere era su número dos. Lo nombraron con un decreto firmado por Alberto Fernández.
Otro atacante identificado -de entre 30 y 40 años de edad- trabajó como asesor legislativo en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires en 2024 y también en una Municipalidad de la Primera Sección Electoral del conurbano bonaerense.