En el espléndido Centro de Convenciones de la Ciudad, con sus amplios salones en penumbra y decorado como si se tratara de un casamiento, cientos de Industriales de todo el país celebran esta mañana su encuentro anual.
La UIA espera para el cierre al presidente electo Javier Milei, pero se conforma con dos de sus enviados, Diana Mondino, su futura canciller, y Guillermo Franco, el designado ministro del Interior. La presidencia de esta conferencia recayó en Miguel Zonnaras Georgalos, tercera generación en una de las líderes en golosinas que supo resurgir de sus cenizas y recuperar su marca insignia, el Mantecol.
Zonnaras recordó la llegada de su abuelo con su padre de nueve años que eligió a la Argentina por ser el país donde había comida y educación. «¿Que nos pasó?», se preguntó después.
«Mi historia familiar arranca con mi abuelo que eligió a la Argentina porque era un país con educación y comida y de la nada el país le brindó la posibilidad de desarrollar su industria, ¿qué nos pasó? Desde joven comencé a trabajar en la fábrica y me introduje en el gremio empresario y me pregunto qué nos pasó y qué podemos hacer para cambiar». Y agregó: «Los países vecinos avanzaron más en infraestructura y competitividad.
El dirigente contó que en la UIA están trabajando en tres dimensiones: «Por un lado, en el diálogo y gestiones con una agenda en la coyuntura con las SIRA en un contexto que se complicó y esa complicación se profundizó en los últimos meses; en diálogos por superposición de impuestos y tasas. Y también trabajamos en el mediano plazo con la cadena de valor».
«En diez días se inicia una nueva etapa con desafíos políticos, sociales y económicos», sostuvo.
Zonnaras pidió que el nuevo Gobierno «permita fortalecer la democracia y las instituciones sociales, trabajando en la inclusión, y una macro estable, ordenada, que recupere el valor de la moneda con inversiones en ciencia en los procesos productivos, una Integración inteligente al mundo, con entramado industrial, un sistema tributario simplificado», señaló como mensaje para concluir que creció al lado de las máquinas que funcionaban las 24 horas y que cuando están en silencio eso es «atronador»
Precisamente ese silencio es lo que se teme aquí. La mayoría se ataja frente a lo que anunció Javier Milei que les anticipa una caída de la actividad.
Mientras en el auditorio muchos escuchaban las charlas sobre el futuro y el rol de la inteligencia artificial del experto Santiago Bilinkis en los pasillos se colaba la realidad: así los de Tierra del Fuego cuentan que no solo Mirgor anticipó vacaciones, a esa decisión se suman otras firmas más pequeñas además de no renovar contratos temporales.
A Martin Cabrales se le preguntó sobre la libre competencia con el capital extranjero que promueve Milei: «Nosotros vivimos compitiendo, el tema es que haya reglas claras y parejas. Eso no me preocupa, lo que realmente nos importa es la situación social«.
En otros sectores como las startup tecnológicas sueltan que están muy «expectantes». Graciela Cicca, del grupo Insud, celebró la elección de Daniel Salomone al frente del Conicet, el investigador clave en la clonación de caballos y que antes estuvo en la clonación de bovinos desde el grupo Biosidus.
En eso la llegada de Diana Mondino al Centro de Convenciones generó un verdadero revuelo: no sólo la rodearon los periodistas sino los industriales que la llevaron al VIP para insistir otra vez en la necesidad de fortalecer en vez de romper el Mercosur. «Sin Brasil no existimos», le dijeron los de la industria automotriz.
Pero el alerta mayor vino del titular de los industriales bonaerenses y dueño de cerámica Alberdi, Martín Rapallini: «Tenemos una fuerte deuda con nuestros proveedores del exterior. Si esta situación no se soluciona ya en enero habrá un parate productivo«.